En 2014, la destacada voz de su generación en América, Canserbero, se quitó la vida durante un episodio psicótico. En la actualidad, el fiscal está reexaminando el caso, a pesar de la falta de nuevas pruebas, y cuenta con el respaldo de Nicolás Maduro.
Tirone José González Orama, conocido como Canserbero, se ha convertido en un ícono para millones de seguidores y para la cultura urbana en América. También se menciona la impunidad que prevalece en el territorio considerado como uno de los más violentos del planeta. Durante casi nueve años, la muerte de Canserbero ha estado envuelta en oscuridad y teorías conspiratorias. A pesar de los esfuerzos del chavismo por dejar atrás este capítulo, tanto Venezuela como sus jóvenes no han olvidado ni su obra ni su misteriosa muerte.
Rolling Stone lo seleccionó como el mejor rapero del continente hace unas semanas, describiendo sus canciones como relatos complejos y oscuros que reflexionan sobre la vida, la muerte, la injusticia y las calles. Sin embargo, la complejidad y oscuridad de sus historias se ven reflejadas en los eventos de enero de 2015 en Maracay, a dos horas de Caracas. Según la versión oficial, Canserbero apuñaló y mató a su mejor amigo, Carlos Molnar, bajista de la banda de reggae Zion TPL, antes de lanzarse desde un décimo piso, presuntamente afectado por un ataque de esquizofrenia.
En un giro sorprendente, el fiscal revolucionario Tarek William Saab ha reabierto el caso de Canserbero, incluso llegando a exhumar el cadáver. Esta decisión, respaldada por Nicolás Maduro, quien ha incorporado canciones del rapero en su lista de reproducción de Spotify (Madurofy), no está vinculada a ningún descubrimiento o confesión. Más bien, parece ser una respuesta al interés del Gobierno venezolano, que recientemente enfrentó derrotas en casos presentados ante la Corte Penal Internacional (CPI) y Naciones Unidas. Además, se enfrenta a una intensa tormenta política encabezada por la líder opositora María Corina Machado, que lidera las encuestas con un 80% frente al 15% de Maduro.
En una reunión con la familia, el fiscal asegura haber progresado en la investigación, a pesar de que lo relatado por los padres y hermanas coincide con lo que han denunciado durante ocho años: que Tirone no padecía ningún trastorno mental y que había decidido terminar su relación laboral con su mánager, Natalia Amesquita, la esposa de Molnar. Desde entonces, hay escasa información disponible sobre Amesquita.
La Fiscalía, luego de examinar la autopsia, admitió que Canserbero, quien tenía 28 años en ese momento, presentaba varios dientes rotos, probablemente antes de lanzarse al vacío. Los seguidores del rapero han denunciado durante años que, en el momento de su caída, llevaba los pantalones bajados y que los 6.000 dólares recaudados durante su última gira por Chile también desaparecieron.
También son relevantes las emociones de los seguidores de Canserbero, quienes incluso compartieron un póster en redes sociales anunciando un documental inexistente de Netflix sobre su muerte. El rapero, también conocido como el Chamo González, exhibía un extenso tatuaje en su brazo izquierdo con la frase "All we need is love", inspirada en la canción de John Lennon. Aunque sus críticas al sistema, a la sociedad de consumo y al gobierno global no lo habían enfrentado directamente a la revolución, para 2015, el colapso en la situación bolivariana ya comenzaba a impactar severamente en todo el país.
La primera incógnita es qué sucedió ese día. La manera en que cayó, con los pantalones bajados más allá de la rodilla, se suma a varias inconsistencias en la teoría del suicidio. Estas cuestiones nunca fueron resueltas hace ocho años. ¿Por qué no se aclaró en ese momento? ¿Hubo encubrimiento? En aquel entonces, el gobernador de Aragua era [el exzar del petróleo] Tareck El Aissami, quien actualmente está siendo investigado por la desaparición de 23.000 millones de dólares", señala Serrano, quien también es activista de derechos humanos.
"Las letras de Canserbero tenían un significado profundo; lograba detallar radiografías de la situación de América Latina y la violencia en los barrios populares, así como las fallas del sistema de justicia. A través de su arte, logró expresar todo lo que vivimos los venezolanos y los latinos en nuestro día a día. Con su profundidad, ha dejado una huella profunda en mucha gente y ha inspirado a numerosos artistas. Hemos convertido a Canserbero en una leyenda latinoamericana", concluye Serrano.
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